Era un miércoles soleado, teníamos hambre y queríamos comer. Mirábamos el reloj y el estómago ya pedía manduke; a los cinco minutos lo vimos, el restaurante de la salvación.
Entramos como un rebaño de cabras, nos sentamos y comimos......
A continuación un pequeño vídeo.
jueves, 19 de noviembre de 2009
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